El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, anunció este jueves una significativa reducción del 50% en los homicidios registrados en la provincia durante el primer cuatrimestre de 2025, en comparación con el mismo período de 2024. Este logro, según el mandatario, es resultado de las políticas de seguridad implementadas por el gobierno provincial y el trabajo conjunto con la Policía de Tucumán.
Resultados concretos en seguridad
En una reunión celebrada en la Casa de Gobierno, Jaldo se reunió con el ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, el jefe de Policía, Joaquín Girvau Olleta, el subjefe, Roque Rodolfo Yñigo, y el director general del Servicio Penitenciario, Antonio Quinteros, para evaluar los avances en seguridad durante abril.
El gobernador detalló que en 2024 se registraron 22 homicidios en el primer cuatrimestre, mientras que en 2025 la cifra se redujo a 11 homicidios, todos relacionados con conflictos intervecinales, interfamiliares, narcotráfico o disputas personales. “Ningún homicidio ha sido en ocasión de robo,” destacó Jaldo, subrayando la importancia de este indicador en un contexto nacional marcado por problemas económicos y sociales.
Operativo Lapacho y control fronterizo
Jaldo reafirmó el compromiso del Estado provincial con el Operativo Lapacho, que se enfoca en el control de rutas provinciales y nacionales para decomisar mercaderías que circulan sin documentación legal. Entre los productos incautados se encuentran:
- Azúcar, soja y maíz.
- Paquetería y bienes de la economía informal.
“Esto es una competencia ilegal para los comerciantes que pagan impuestos provinciales y nacionales,” aseveró el gobernador, destacando el impacto positivo de estos controles en la economía formal.
Prevención de delitos y mejoras penitenciarias
El ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, informó que los operativos de prevención y seguridad fronteriza han mostrado resultados positivos, con una disminución en los índices de delitos contra la propiedad y la vida en comparación con abril de 2024.
Además, se anunció la continuación de la construcción de unidades faltantes en el complejo penitenciario de Benjamín Paz, con el objetivo de desocupar comisarías y mejorar las condiciones de alojamiento para personas privadas de la libertad.