La Policía de la provincia de Tucumán ha comenzado a patrullar las calles con armas de baja letalidad, tras haber recibido la capacitación y certificación necesarias para su uso eventual.
El Jefe de Policía, Joaquín Girvau, detalló que el gobernador de la provincia realizó el lanzamiento de la Taser 7 y la escopeta Byrna, consideradas armas no letales. Estas ya están en posesión del personal policial que recorre el microcentro de San Miguel de Tucumán y de la Patrulla Motorizada que presta servicio en Yerba Buena.
Según explicó Girvau, estas armas “sirven para prevenir todo tipo de disturbio o tumulto para no usar las armas reglamentarias y que pueda haber un desenlace trágico”. Los efectivos ya las están empleando, aunque aún no han tenido que utilizarlas en situaciones reales. El Jefe de Policía anticipó que “estas armas van a dar muy buenos resultados en diferentes aspectos”, incluyendo su uso en eventos deportivos. “Espero que no llegue el momento de usarlas, pero estamos preparados y seguimos capacitando gente”, agregó.
Girvau precisó el funcionamiento de cada una: “con la Taser 7 la persona queda inmovilizada”, mientras que “con la Byrna se lanza un disparo con proyectil no letal que produce un golpe y hace que la persona retroceda”.
En los últimos meses, los efectivos policiales han recibido diversas capacitaciones, como Operador de Medicina Táctica, sobre los riesgos de descargas de alta tensión durante intervenciones en la quema de cañaverales, rescate en edificios de altura y un Curso de Introducción a las Operaciones Motorizadas con alcance nacional. Para el comisario, estas capacitaciones “llenan de orgullo a la Policía y demuestra a las claras que estamos preparados para dictar este tipo de curso”. “Venimos haciendo las cosas medianamente bien, nos faltan situaciones y queremos seguir mejorando para el bien de la sociedad”, concluyó.