El pasado domingo por la mañana, Villa Carmela fue escenario de un violento episodio cuando el agente Héctor Rolando Zárate fue brutalmente atacado mientras intervenía en una denuncia por carreras clandestinas de motos. El incidente, registrado en video por las cámaras de seguridad de la zona, ha generado conmoción y un intenso debate público.
Según el informe policial, el hecho ocurrió alrededor de las 9:00 horas, luego de que una vecina denunciara al 911 la realización de carreras clandestinas en la zona. Zárate, quien presta servicio en la Patrulla Motorizada del sistema 911, acudió al lugar conocido como “El Quiosco de Lata” para identificar a los responsables. En ese momento, un grupo de al menos cuatro personas lo atacó. El video muestra cómo el uniformado fue golpeado por varios individuos que incluso utilizaron una piedra para agredirlo. Mientras algunos vecinos intentaron frenar la agresión, otros se limitaron a observar. Como resultado, al agente le sustrajeron su arma reglamentaria, su billetera y su celular.
🚨 Los PATOTEROS del sargento Héctor Zarate.
— Cesar Juarez (@cesarJuarez10) January 16, 2025
🚨 Les caerá todo el peso de la ley. pic.twitter.com/YqQwHc8Hmo
El jefe de Policía, Joaquín Girveau, calificó el hecho como un ataque “brutal y cobarde”. “Estos agresores no solo pusieron en riesgo la vida de un funcionario público, sino que representan una amenaza para toda la comunidad. Este tipo de violencia no puede quedar impune”, expresó.
El estado del agente
Tras el ataque, Zárate fue asistido en el CAPS local, donde se le diagnosticaron traumatismos en la columna cervical, dorsal y lumbar, además de golpes en la región occipital, el tórax y las piernas. Fue trasladado al Hospital Centro de Salud para una evaluación más completa y actualmente se encuentra en proceso de recuperación.
Detenciones y versiones opuestas
Cuatro personas, entre ellas un menor de edad, se presentaron voluntariamente ante las autoridades y quedaron detenidas. La defensa de los acusados, liderada por los abogados Juan y Cristian Hermosa, alegó que el conflicto habría comenzado cuando el agente intentó sobornar a uno de ellos. Según esta versión, el uniformado estaba alcoholizado y habría iniciado la agresión. “No existió robo. Las pertenencias del policía fueron entregadas voluntariamente por las personas que estaban en el lugar”, aseguraron los defensores, quienes también denunciaron presuntas irregularidades en los procedimientos policiales.
El caso generó un fuerte repudio entre funcionarios públicos y vecinos de la zona. El legislador oficialista Gerónimo Vargas Aignasse destacó la importancia de que la Justicia actúe con firmeza. “Este tipo de hechos deben marcar un precedente. No podemos permitir que la violencia y la impunidad sigan avanzando en nuestra sociedad”, señaló.
Mientras tanto, la comunidad espera que las investigaciones esclarezcan lo ocurrido y que se haga justicia en un caso que, más allá de las versiones enfrentadas, deja en evidencia los riesgos y desafíos que enfrentan los agentes en su labor diaria.
