La primera ronda de votaciones en el cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco concluyó esta mañana con fumata negra, indicando que los 133 cardenales electores reunidos en la Capilla Sixtina no lograron alcanzar un consenso para elegir al nuevo pontífice.
Miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro en el Vaticano recibieron la noticia con una mezcla de expectación y decepción. Se esperan nuevas rondas de votación durante la tarde, en la búsqueda de un sucesor para Francisco, quien falleció el 21 de abril.
El proceso de elección se desarrolla bajo un estricto secreto, con los cardenales aislados y jurando no revelar detalles de las deliberaciones. Pese al secretismo, existen especulaciones sobre los posibles candidatos, entre los que figuran el cardenal italiano Pietro Parolin, quien fue el número dos de Francisco, así como el filipino Pablo Virgilio David y los españoles Cristóbal López Romero y Ángel Fernández Artime.
Previamente al inicio de las votaciones, el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, había llamado a los purpurados a mantener la unidad de la Iglesia en este momento crucial.
Los cardenales llevarán a cabo dos rondas de votación por la mañana y dos por la tarde, hasta que uno de los candidatos obtenga los votos necesarios para ser elegido nuevo Papa. La atención se centra ahora en si las votaciones de la tarde arrojarán un resultado positivo.