El Papa Francisco, líder de la Iglesia católica, se encuentra hospitalizado desde el 14 de febrero en el hospital Gemelli de Roma a causa de una doble neumonía. Con 88 años, el pontífice argentino enfrenta la hospitalización más larga de su pontificado, generando preocupación entre fieles y especialistas sobre su estado de salud y su capacidad para continuar al frente de sus labores pastorales.
Su estado de salud
De acuerdo con el Vaticano, el Papa «descansó bien durante la noche» y se encuentra estable; sin embargo, su pronóstico sigue siendo reservado. Desde su ingreso, ha necesitado oxígeno por las noches, debido a varios episodios de insuficiencia respiratoria. Actualmente, alterna entre momentos de reposo, oración y sesiones de fisioterapia.
> “Esta es su hospitalización más larga y ha provocado inquietud entre los fieles sobre su recuperación.”
El 5 de marzo, el Papa cumplió su vigésimo día ingresado. A diferencia de años anteriores, no participará en las celebraciones del Miércoles de Ceniza, evento que marca el inicio de la Cuaresma, período de 40 días de reflexión y preparación espiritual antes de la Pascua. También quedará ausente de los tradicionales ejercicios espirituales, que reúne a la Curia y el personal administrativo del Vaticano.
Impacto en el pontificado
Desde su elección en 2013, el Papa Francisco ha enfrentado múltiples desafíos de salud, incluyendo cirugías en el colon y abdomen, así como dificultades para caminar. Esta reciente hospitalización, la cuarta desde 2021, ha reabierto debates dentro del Vaticano sobre su capacidad para liderar. A pesar de las adversidades, el pontífice descarta la idea de renunciar y sigue comprometido con su papel pastoral.
En los alrededores del hospital, creyentes argentinos han mostrado su apoyo colocando una estatua de la Virgen de Luján, una figura significativa para el Papa desde su tiempo como arzobispo de Buenos Aires.