En una reciente sesión convocada por la intendenta Rossana Chahla, el Consejo Económico y Social (CES) de San Miguel de Tucumán abordó la reforma del Código de Planeamiento Urbano. La reunión, que tuvo lugar en la Casa del Parque Guillermina, contó con la participación de más de 40 representantes del ámbito privado y público, así como funcionarios del Municipio.
El objetivo principal de esta reforma es actualizar la normativa vigente en materia de planificación urbana para promover un desarrollo de la ciudad que responda a las necesidades actuales y futuras de la comunidad. Los participantes debatieron y coincidieron en la importancia de integrar criterios de sostenibilidad, inclusión y eficiencia en el nuevo código, garantizando un crecimiento ordenado que priorice la calidad de vida de los vecinos y la preservación de los espacios urbanos.
Rodrigo Gomez Tortosa, presidente del CES, destacó que la propuesta busca construir una ciudad más inclusiva, donde la naturaleza y lo urbano se integren de manera armoniosa. Además, subrayó la necesidad de considerar la relación con otros municipios en términos de infraestructura y otros temas relevantes para los ciudadanos.
Durante la sesión, se discutieron diversas propuestas, como la inclusión de normas que aseguren la presencia de árboles cerca de las viviendas y la disponibilidad de espacios verdes a una distancia accesible. Estas medidas son vistas como esenciales para mejorar la habitabilidad de la ciudad y fomentar un entorno más saludable y sostenible.
El Honorable Concejo Deliberante comenzará a debatir la reforma del Código de Planeamiento Urbano a partir de marzo del próximo año. Facundo Vargas Aignasse, presidente de la Comisión de Planeamiento en el Concejo Deliberante, señaló que la incorporación de criterios ambientales y de movilidad urbana será central en esta reforma.
La arquitecta Marta Casares, integrante de la Comisión de Infraestructura, Urbanismo y Ordenamiento Territorial del CES, opinó que el nuevo código debe reflejar un modelo de ciudad que responda a los desafíos globales y locales, como el cambio climático y los cambios demográficos y sociales. Casares recordó que la última modificación del código se realizó hace 30 años, y enfatizó la necesidad de contar con una normativa actualizada que promueva una ciudad más sustentable y equitativa.
Leandro Aparicio, miembro de la ONG MetaBici, aportó la perspectiva de los ciclistas urbanos, destacando la importancia de contar con datos empíricos para planificar políticas públicas y obras que mejoren el ordenamiento del tránsito en la ciudad.
En resumen, la reforma del Código de Planeamiento Urbano de San Miguel de Tucumán es vista como una oportunidad para construir una ciudad más equilibrada y sostenible, que responda a las necesidades de sus habitantes y promueva un desarrollo ordenado y eficiente. La participación de diversos sectores en el proceso de debate y consenso es fundamental para asegurar que la nueva normativa refleje las demandas y expectativas de la comunidad.