En un contexto político marcado por la polarización y la tensión social, el Gobierno argentino, a través del vocero presidencial Manuel Adorni, reveló la detección de una presunta red de desinformación operada por cinco ciudadanos rusos en territorio nacional. Esta acción fue coordinada por la SIDE (Servicio de Inteligencia del Estado), que vincula esta estructura con el proyecto Lakhta, una iniciativa impulsada por servicios de inteligencia de Rusia para manipular la opinión pública internacional a través de redes sociales.
El anuncio se realizó durante una conferencia en Casa Rosada, coincidiendo con la vuelta del presidente Javier Milei de su gira internacional. También estuvo relacionado con los recientes cambios estructurales en la Policía Federal, impulsados por el Ejecutivo.
¿Quiénes están involucrados?
- Se identificaron cinco ciudadanos rusos residentes en Argentina que operarían en coordinación con ciudadanos locales.
- Uno de ellos fue señalado como el líder operativo de la red, responsable de gestionar fondos extranjeros y establecer vínculos internos.
- Su esposa, Irina Iakovenko, también aparece como parte activa en la estrategia de penetración social.
Según Adorni, la operación habría estado orientada a formar grupos afines a los intereses rusos, con capacidad de ejecutar campañas de influencia digital dirigidas a erosionar la institucionalidad argentina.
“Argentina no será sometida a la influencia de ninguna otra nación”, afirmó Adorni, marcando una postura firme del Gobierno frente a injerencias extranjeras.
¿Qué es el proyecto Lakhta?
- Se trata de una operación internacional originada en 2014.
- Fue diseñada por los servicios de inteligencia rusa para intervenir en procesos democráticos de otras naciones.
- En su fase inicial operaba en suelo ruso, pero se expandió rápidamente hacia otras regiones, incluyendo Estados Unidos, donde generó controversia por su presunta injerencia en elecciones.
Esta operación habría sido comandada por el oligarca Yevgeny Prigozhin, fallecido en agosto de 2023, también señalado como líder del Grupo Wagner. El vínculo directo entre el esquema ruso detectado en Argentina y esta red global coloca al país en una posición geopolítica delicada, justo cuando enfrentaba una serie de protestas por la condena a la expresidenta Cristina Kirchner.