El dirigente Juan Grabois fue liberado tras permanecer más de 12 horas en la sede de la Superintendencia Federal de Investigaciones. La detención se debió a la ocupación del Instituto Juan Perón, un espacio que el Gobierno decidió cerrar, provocando reacciones en el ámbito político y social.
Declaraciones tras su liberación
Al salir de la comisaría en Villa Lugano, Grabois expresó su descontento con las condiciones en las que trabaja el personal policial. Con ironía, agradeció a Patricia Bullrich por permitirle observar la precariedad en la infraestructura policial: oficinas sin calefacción, computadoras obsoletas y presencia de ratas.
Motivos de la ocupación
El dirigente justificó la ocupación como una manifestación pacífica para preservar la memoria histórica del peronismo. Negó las acusaciones de secuestro de policías y condenó la decisión del Gobierno de cerrar el instituto, argumentando que se busca borrar la historia.
Vamos a venir una, dos, cinco, quince veces, todas las veces que sea necesario. Lo que no nos pueden sacar es la bandera argentina
Juan Grabois
Críticas al Gobierno
Grabois comparó su detención con lo ocurrido en diciembre de 2001, cuando el gobierno que lo encarceló terminó cayendo. También acusó a Sandra Pettovello de corrupción y señaló que la clausura del instituto tiene una intención económica, alegando que la propiedad será vendida a IRSA.
Las razones oficiales del cierre
El Gobierno explicó que el instituto tenía 20 empleados y representaba un gasto anual superior a 400 millones de pesos. Para Grabois, esto es una excusa para vender la propiedad y trasladar los archivos históricos a otras dependencias oficiales.
Lejos de amedrentarse, Grabois aseguró que continuará luchando por la memoria histórica y llamó a la resistencia pacífica. La polémica sobre el cierre del Instituto Juan Perón y las acusaciones contra el Gobierno continúan generando repercusiones en distintos sectores.
