La reciente aprobación en la Cámara de Diputados del proyecto que eleva las jubilaciones en un 7,2% y fija en $110.000 el bono para quienes perciben el haber mínimo generó repercusiones inmediatas entre los representantes tucumanos. De los nueve diputados nacionales por la provincia, seis votaron a favor, dos en contra y uno se ausentó.
Las tensiones dentro del oficialismo tucumano
Antes del debate, el diputado Pablo Yedlin (UxP) marcó diferencias internas al destacar que solo él y Carlos Cisneros habían dado quórum para el tratamiento. En redes sociales, apuntó contra colegas que se sumaron una vez asegurado el debate: “Si aparecen votos que ya no se necesitan, que nadie se sorprenda. Basta de mentir”, escribió en X.
La respuesta llegó por parte de Gladys Medina, quien votó a favor junto a Agustín Fernández y Elia Fernández de Mansilla. En diálogo con la prensa, defendió su decisión y recordó que el voto se define en diálogo con el gobernador Osvaldo Jaldo, teniendo en cuenta múltiples factores.
Posturas y argumentos de los diputados
- Carlos Cisneros justificó su respaldo al proyecto, destacando la difícil situación de los adultos mayores: “Las jubilaciones no pueden ser la variable de ajuste del Estado. Tocar los ingresos de nuestros mayores no es un ahorro: es una condena”.
- Roberto Sánchez (UCR) consideró insuficiente el aumento aprobado: “Estamos hablando del 7,2%, y el bono debería superar los $140.000 para estar a tono con la inflación”.
- Gerardo Huesen (La Libertad Avanza) y Paula Omodeo (CREO) votaron en contra, alineándose con el discurso del presidente Javier Milei, quien ya anticipó que vetará la medida.
- Mariano Campero (UCR) no asistió a la sesión, lo que generó críticas en redes sociales.
Impacto político y social
La votación dejó al descubierto fricciones entre sectores del oficialismo local y nacional, y confirmó que la agenda previsional seguirá siendo un eje de tensión en el Congreso y entre los distintos niveles de gobierno.