La Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) manifestó su preocupación por las reformas propuestas al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Según la entidad, la pérdida de autarquía política y la exclusión de CREA del Consejo Directivo podrían afectar la articulación estratégica construida en casi siete décadas.
Desde 1971, CREA y el INTA han colaborado en 33 acuerdos específicos que han fortalecido el desarrollo agropecuario y la competitividad del sector. Sin embargo, los cambios promovidos por el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, otorgan al Poder Ejecutivo la mayoría absoluta en el Consejo Directivo, comprometiendo la autonomía del INTA.
CREA advirtió que la exclusión de su participación en el órgano de gobierno debilita la conexión del instituto con las necesidades del campo argentino. La organización destacó la importancia de una evolución del INTA centrada en la investigación, innovación y generación de conocimiento aplicado, combinando la visión pública y privada.
CREA, una organización civil conformada por productores y empresarios agropecuarios, ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo y aplicación de conocimiento para el sector agrícola. A lo largo de su trayectoria, ha integrado una perspectiva empresarial, ambiental y social que complementa el esfuerzo público en la generación de soluciones estratégicas para el agro. Su presencia en el INTA ha sido clave para aportar una visión territorial y privada que fortalezca la conexión entre la investigación y las necesidades reales del campo.
“La Argentina necesita, más que nunca, un enfoque estratégico que combine la colaboración entre el sector público y privado para afrontar los desafíos de un mundo en constante evolución”, destacó CREA. “La transformación del INTA debe priorizar la investigación, la innovación y el desarrollo de conocimiento aplicado, asegurando que los recursos se orienten estratégicamente hacia ese objetivo”.