El 15 de abril de 2025, Argentina vivió su segundo día sin cepo cambiario, iniciando un proceso de normalización en el mercado financiero. Los ciudadanos ahora tienen la libertad de comprar dólares sin las restricciones que estuvieron vigentes durante años, aunque persiste la limitación de USD 100 mensuales para compras en efectivo. Este cambio estructural ha generado expectativas optimistas en el Gobierno, mientras analistas expresan cautela por los desafíos económicos.
Cotización del dólar
Las cotizaciones en los bancos reflejaron cierta estabilidad, con precios variables según la entidad financiera:
- En el Banco Nación, el dólar oficial se mantuvo en $1.230, sin cambios respecto al día anterior.
- Bancos como el Banco Credicoop ofrecieron el dólar a $1.270, mientras que el Banco de Galicia y el Banco Piano lo cotizaron a $1.220.
Este panorama refleja un proceso inicial de adaptación en el sistema bancario, con variaciones moderadas que apuntan hacia una estabilidad progresiva.
Reacciones del Gobierno y expectativas
En la Casa Rosada, el clima fue de alivio y optimismo. Funcionarios celebraron que la eliminación del cepo representa una oportunidad para recuperar la agenda política tras meses de tensiones económicas. Además, esta medida es vista como una posibilidad para que Argentina sea nuevamente clasificada como “mercado emergente” por la firma internacional MSCI, abriendo las puertas a mayores inversiones extranjeras.
Sin embargo, algunos analistas mantienen escepticismo sobre la sostenibilidad a largo plazo de estas decisiones, debido a factores como la alta inflación, que sigue siendo uno de los principales desafíos para la economía nacional.
Impacto en el riesgo país
La eliminación del cepo también tuvo repercusiones en el riesgo país, que mostró una baja significativa del 19,08%, situándose en 725 puntos. Este descenso evidencia una mejora en la percepción de los mercados internacionales sobre la estabilidad económica y política de Argentina. Aunque es un indicativo positivo, los analistas coinciden en que la confianza de los inversores podría verse afectada si no se implementan soluciones estructurales.