La Secretaría de Producción ha informado sobre la finalización de un cronograma de auditorías ambientales exhaustivas en todos los ingenios azucareros de la provincia de Santiago del Estero. El objetivo de estas inspecciones es garantizar el estricto cumplimiento de la normativa ambiental vigente y asegurar un inicio de zafra en condiciones óptimas.
Las auditorías, que comenzaron en febrero, se centraron en evaluar el estado de mantenimiento de las plantas industriales y supervisar todas las etapas del proceso de producción de azúcar y destilación de alcohol. Los técnicos de las áreas de Producción y Medio Ambiente verificaron el funcionamiento de los sistemas de tratamiento de efluentes líquidos, sólidos y gaseosos, la correcta implementación de los planes de gestión de vinaza y los Programas de Reconversión Industrial, así como el uso adecuado del recurso hídrico y el estado de los registros obligatorios.
Estas inspecciones se enmarcan en el Acta Acuerdo firmada en 2011 entre la Secretaría de Ambiente de la Nación y los gobiernos de Tucumán y Santiago del Estero, con la meta de reducir la contaminación en la cuenca Salí-Dulce, promoviendo objetivos como “ceniza cero” y “vinaza cero”. Al finalizar cada auditoría, se elaboraron actas firmadas por todas las partes, que serán presentadas trimestralmente ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
En este proceso también participó el defensor del Pueblo de Santiago del Estero, Daniel Escobar Correa, quien valoró la “excelente voluntad” de los empresarios para tomar las precauciones necesarias y evitar la contaminación de la cuenca. Destacó la mejora en las técnicas de tratamiento de la vinaza, con la implementación de sistemas de sectorización y diversificación para aprovechar los residuos en la elaboración de compost o fertilizantes.
Durante las inspecciones, se recorrieron diversos sectores de las plantas industriales, incluyendo destilería, calderas, canales de efluentes, recepción de caña, refinería, embolsado, trapiches, canteras, laboratorios y depósitos de productos terminados. Además de la fiscalización, se promueve la adopción de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) certificables, buscando evitar la quema de caña de azúcar. Se prevé que los controles de fiscalización continuarán durante toda la campaña azucarera.