La informalidad laboral en Argentina ha alcanzado cifras alarmantes, afectando al 42% de los ocupados en el cuarto trimestre de 2024, según datos del INDEC. Este porcentaje incluye tanto a trabajadores asalariados como independientes, quienes desarrollan sus actividades fuera del marco legal y carecen de derechos esenciales como aportes jubilatorios, cobertura de salud y otros beneficios laborales.
Esta problemática afecta a más de 9 millones de personas en el país, de las cuales 5,7 millones son trabajadores asalariados dependientes y 3,3 millones son independientes. Entre los trabajadores independientes, la tasa de informalidad asciende al 56,9%, mientras que entre los asalariados es del 36,1%. Estas cifras reflejan el impacto generalizado de la informalidad en el mercado laboral argentino.
Sectores más afectados
- Servicio doméstico: Con un 77% de informalidad, este sector lidera la lista de los más perjudicados.
- Construcción: Un 76,6% de los trabajadores carecen de condiciones laborales formales.
- Comercio: El 51,9% de los empleados en este rubro trabajan sin acceso a derechos básicos.
Además, los jóvenes menores de 29 años son uno de los grupos más vulnerables, con una tasa de informalidad del 58,7%. Por género, se destaca que las mujeres tienen una tasa de 43,4%, en comparación con el 40,9% en los hombres, lo que evidencia una mayor afectación en las trabajadoras.
Desafíos y prácticas irregulares
El informe del INDEC también señala que el 11,8% de los trabajadores informales realizan actividades en empresas registradas, lo que refleja irregularidades dentro de sectores formales. Por otro lado, el 30,2% de la población informal trabaja en sectores completamente al margen de la legalidad. Casi la mitad de los trabajadores informales (49,4%) tienen ocupación plena, mientras que el 27,2% trabaja más de 45 horas semanales, lo que subraya las condiciones laborales precarias que enfrentan.